sábado, 11 de febrero de 2012

PERPETRADA LA REFORMA LABORAL ¿Y AHORA QUÉ?

Bueno ya se ha publicado hoy el Decreto sobre la reforma laboral o como quieran llamarlo, en cualquier caso, el mayor atentado contra los derechos de los trabajadores perpetrado en la democracia. Ya os supongo informados de todos los recortes que semejante publicación va a traer consigo, así que no voy a abundar en ello porque lo que me interesa ahora es reflexionar sobre qué hacer a partir de ahora.

Desde luego lo último es la división, ponerse ahora tiquismiquis sobre si el sindicato tal o el dirigente cual son unos vendidos, no sólo nos debilita sino que nos distrae del verdadero problema: la sangría que supone la nueva normativa en el ámbito laboral. Podemos andar tirándoles piedras a los sindicatos mientras el Gobierno/empresarial se parte de risa. Que los árboles no nos dejen ver el bosque, tiempo habrá para pedir responsabilidades.

Es posible que muchos de los parados vean en la reforma una solución a su problema, pero es pan para hoy y hambre para mañana. Están buscando y provocando en la desesperación que nos rindamos y aceptemos cualquier cosa o para no ser despedidos o para ser contratados. Y eso es la muerte de los derechos laborales, podemos vivir de rodillas o malvivir con dignidad, que cada uno elija.

Tampoco podemos permitir que el miedo nos paralice ni mirarnos el ombligo cada cual con su situación personal. Si realmente somos el 99% ahora ha llegado el momento de demostrarlo. Hay que dejarse de melindreces y tomar las calles, decir basta y darle la espalda de una vez a esta clase política que gobierna en contra del pueblo y a favor de los grandes intereses financieros. No deberíamos permitir que con el paro se pudiera acabar a base de contratos basura, sueldos mermados y derechos pisoteados.

No voy a permitir que mi indignación ponga en cuestión mis creencias noviolentas, ni iré detrás de proclamas  incendiarias. No creo en las masas. Creo en la fuerza de personas que con la razón de la justicia y por medio de la Noviolencia son capaces de enfrentarse a cualquier desafío por desigual que pueda parecer. No creo que el fin justifique los medios, creo que si nuestra causa es justa o la defendemos con medios justos o perderemos la justicia en el camino. "La paz no es la ausencia de conflictos, sino la práctica cotidiana de la justicia" (Gaudium et spes).

Personalmente voy a asistir a todas las movilizaciones que los sindicatos mayoritarios convoquen, aunque iré sin banderas. Espero que el 15M se sume, pero si no lo hace, también acudiré a sus convocatorias y tanto en una como en otra, haré hincapié en la necesidad de la unión porque o nos unimos todos o nos hundimos todos. Creo que ya no hay tiempo para más rodeos, la gota ha colmado el vaso y los indecisos no podrán seguir siéndolo sin ser cómplices y culpables.

Porque no es tiempo de lamentos ni de echarnos cosas en cara; no es tiempo de ideologías intolerantes ni de acusaciones vanas. Porque podrán con nosotros si estamos desunidos y nos desune los prejuicios, las creencias excluyentes, los radicalismos exacerbados. Dejemos que la razón nos guíe, el debate nos enriquezca y la lucha hombro con hombro nos fortalezca. Amén (esto es bromita que me ha quedao mu de sermón).