Hoy se cumple un año desde que creé este blog y sus correspondientes sitios en Facebook y en Twitter. Ha quedado como una gotita más entre todos los sitios que en la red han sumado fuerzas para denunciar las injusticia social y no bajar los brazos ante los atropellos del poder económico y político que pretende despojarnos de derechos y libertades para condenarnos al silencio.
No podía imaginar entonces lo que sucedió treinta y ocho días después con el nacimiento del 15M al que me sumé desde el primer momento. Ha sido un año donde han sucedido muchas cosas, unas ilusionantes y otras no tanto, pero, en definitiva, ha quedado constituido un punto de referencia para luchar unidos por un mundo y una sociedad más justa. Vivimos los peores años de la democracia y es imprescindible sumar indignación para trabajar contra los recortes en la dignidad que se nos están imponiendo.
Y por eso, a pesar de ser un sitio sin importancia, me resisto a cerrarlo. Sé que ya hay grupos, dentro del movimiento 15M, con un gran poder de convocatoria y cientos de miles de seguidores. Este espacio es uno más, una pequeña parte del 99% al que aspiramos y mantendrá su apoyo a la idea originaria de la independencia de partidos, de ideologías, de radicalismos y a la opción de la Noviolencia como estrategia de lucha. No podemos tener todas las respuestas pero sí acumulamos un montón de denuncias que no han de quedar ignoradas.
Una de las cosas que más me motivan es poner el acento en la difusión y concienciación de lo que se ha llamado Comercio Ético, complementario del Comercio Justo que está más enfocado a la solidaridad con los más pobres de otros países. El Comercio Ético tiene por finalidad potenciar el poder que tenemos como consumidores para obligar a empresas e intereses financieros a trabajar por unas relaciones comerciales justas, al margen de la esclavitud de niños, de la explotación de personas, de la avaricia de intermediarios y multinacionales.
¿Somos conscientes del poder que tenemos?¿Podemos imaginar lo que sucedería si el sentido común de justicia se impusiera en el Comercio y no colaboráramos consumiendo aquellos productos o en aquellas empresas que no sean éticamente responsables?
Posiblemente ahí esté una de las raíces del problema, a la par que la solución: Las grandes multinacionales, los grandes intereses financieros, las pequeñas y medianas empresas necesitan clientes y todos lo somos, seremos pequeños clientes y hasta ahora hemos sido pasivos, pero si nos convertimos en el 99% imponiendo unas condiciones éticas en nuestra cultura de compra, pasaremos a ser poderosos.
Ya que estamos siendo agredidos de manera arrasadora en nuestros derechos y dignidad; ya que pretenden esclavizarnos para mantener y aumentar sus beneficios, podríamos demostrarles que, en última instancia, tenemos la sartén por el mango. Porque la tenemos.
Gracias a los compañeros que se han unido en la administración de este sitio y gracias a todxs por está ahí, seguimos.
1 comentario:
Gracias, Antonio
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