Una nueva muestra, y no parece que vaya a ser la última, en la dirección de gobernar sin consultar con los ciudadanos. De manera sorpresiva PPSOE se han puesto de acuerdo para reformar la Constitución y fijar un techo de déficit público. Cuando se conozca el texto concreto, se abrirá un debate sobre la conveniencia o no de dicha reforma, a quién beneficia y quién la impone, asistiremos a diferentes posturas y todas tendrán que ser tenidas en cuenta para poder crearnos una opinión personal.
Pero lo que no admite duda es que el procedimiento que van a utilizar para modificar la Constitución, por primera vez de manera sustancial desde que en 1992 se reformó para incluir el derecho de sufragio pasivo a los ciudadanos comunitarios, es, cuanto menos, antinatura. Si la Carta Magna es el texto fundamental que nos representa a todos, su modificación no puede ser realizada por un Parlamento finiquitado y a espaldas de todos los ciudadanos. ¿De qué tienen miedo?¿No se fían de nuestra capacidad para discernir sobre lo que más nos interesa acerca del futuro inmediato?¿Nos gobiernan los políticos o los mercados? -bueno esta pregunta es retórica-. Así pues lo primero que tenemos que hacer es plantarnos y exigir que queremos ser escuchados, que queremos participar, porque a esto lo llaman democracia pero no lo es.
Pero lo que no admite duda es que el procedimiento que van a utilizar para modificar la Constitución, por primera vez de manera sustancial desde que en 1992 se reformó para incluir el derecho de sufragio pasivo a los ciudadanos comunitarios, es, cuanto menos, antinatura. Si la Carta Magna es el texto fundamental que nos representa a todos, su modificación no puede ser realizada por un Parlamento finiquitado y a espaldas de todos los ciudadanos. ¿De qué tienen miedo?¿No se fían de nuestra capacidad para discernir sobre lo que más nos interesa acerca del futuro inmediato?¿Nos gobiernan los políticos o los mercados? -bueno esta pregunta es retórica-. Así pues lo primero que tenemos que hacer es plantarnos y exigir que queremos ser escuchados, que queremos participar, porque a esto lo llaman democracia pero no lo es.
Hagamos presión:
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